El mercado inmobiliario se reinventa con la crisis. La pandemia a trastornado todos los sectores y la crisis económica nos ha traído un negocio interesante en el mercado de los inmuebles, tanto en el segmento de la vivienda como en el de las plazas de garaje.
El negocio consiste en comprar un piso o una casa para reformar y venderla a un precio superior. Esta técnica puede ofrecer grandes ganancias para los inversores, pero también conlleva riesgos que no todo el mundo puede asumir. Para que este negocio sea rentable, el inversor debe disponer de dinero para la compra de la vivienda por adelantado, ya que pedir un préstamo o una hipoteca aumenta los costes de la operación y no contar con efectivo suficiente puede generar problemas si la reforma termina siendo más costosa. Hay que tener en cuenta que, cuanto más antigua y en peor estado se encuentre la vivienda, más riesgo supondrá para el negocio.
La reforma es la parte importante
La reforma es el eje de la operación, ya que le dará el valor añadido al inmueble a la hora de vender. Por eso, es necesario calcular bien el precio y tener en cuenta los posibles imprevistos que incrementen el coste. Es imprescindible reformar las instalaciones básicas (luz y agua).
Una vez el inmueble está reformado, es el momento de vender. Aquí… las posibilidades son amplias; agencias inmobiliarias, portales de compra-venta, cartelería en las ventanas, etc. Y según la zona en la que se encuentra, la reforma podría aumentar el valor del piso muy notablemente.